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Hacia la excelencia operativa


Entrevista con Eduardo Lasso de la Vega, Director General del CNAT.

¿Cómo describirías tu función en el desempeño y la seguridad del sector nuclear mundial?
Mi función es asegurar que CNAT cumpla su misión, que es producir energía eléctrica de una manera segura, fiable, económica y respetuosa con el medio ambiente, y garantizar la producción a largo plazo a través de la operación óptima de las centrales nucleares de Almaraz y Trillo. 

Mi función se centra en mantener una organización sólida y unos procesos robustos que apoyen la misión, asegurando la alineación estratégica del equipo directivo en torno a la misma y dirigiendo la definición de planes de acción y la orientación de la organización hacia la excelencia operativa.

En mi caso, y dada la situación de CNAT en los últimos años, el comité de dirección ha dedicado mucho tiempo a la alineación estratégica y la estructura de la organización. Hemos dedicado una parte importante de nuestro tiempo enfocando la organización hacia el modelo de excelencia de WANO, estableciendo como nuestras prioridades principales la cultura de seguridad personal, el liderazgo, la gestión de riesgos y el uso de la experiencia operativa.

Por último, creo que mi posición exige una responsabilidad adicional como miembro de WANO en lo relativo a la mejora de la seguridad y fiabilidad del parque mundial, y es un papel que encuentro cada año más exigente, tratando de ser un miembro activo en el éxito de WANO.

¿Qué técnicas utilizas para inspirar y conectar con las personas de tu organización? 
Intento mantener un contacto lo más estrecho posible con nuestras centrales y nuestros profesionales y visitar ambas instalaciones casi cada semana. Cuando estoy en la central, la mayor parte del tiempo lo paso en la sala de control manteniendo conversaciones con el personal de servicio. Asisto a cursos de capacitación de liderazgo, solo o acompañado por otro director. Intento fomentar una actitud positiva entre los asistentes para mejorar nuestro rendimiento juntos como equipo. 

Más de 60 gerentes de nuestra organización han participado en alguna actividad internacional en 2019, entre las cuales las desarrolladas por WANO fueron la principal fuente de participación. Presto especial atención a la formación y promoción de nuevos directivos. Por ejemplo, en los últimos cinco años hemos renovado casi el 40 por ciento de los directivos y directores de CNAT, y mantengo una entrevista personal con todos los graduados universitarios que se incorporan a nuestra empresa. 

En CNAT, la presencia de los miembros del Comité de Dirección en las centrales se percibe como algo normal, y no como un evento extraordinario o una reacción a una situación difícil. El principio de que los servicios corporativos existen para apoyar - y también desafiar – a las centrales es algo que la organización debe percibir a través de su presencia continua en la operación diaria de la instalación. 

¿Qué rasgos buscas en los líderes de su organización? 
Hoy, cada vez que recibo a un nuevo trabajador que se incorpora a CNAT, insisto en que, para mí, la gran diferencia entre nosotros y los grandes profesionales de otras industrias no es que conozcamos más o dominemos tecnologías más complejas, sino nuestra inmensa responsabilidad, que nos exige más que en ningún otro sector. Exige lo mejor de nosotros. 

Esto requiere una serie de características particulares, más allá de un sólido conocimiento técnico de nuestra área de responsabilidad. Se trata de un compromiso con la seguridad, en todos sus ámbitos, nuclear, personal, como prioridad básica en nuestra actividad. Crítica constructiva y autocrítica, deseo de mejorar y buscar la excelencia. 

¿Qué consejos darías a los líderes actuales y futuros de organizaciones nucleares de todo el mundo? 
La industria nuclear es un entorno atractivo para un profesional, que significa trabajar en un sector de alta tecnología, con procesos de trabajo y procedimientos rigurosos, y que supone hacer una contribución de gran relevancia para la sociedad mediante la producción de energía limpia.  

Sin embargo, es al mismo tiempo una actividad muy exigente que requiere un alto nivel de compromiso, un alto nivel de profesionalismo y la necesidad de un interés constante en la mejora. Los líderes de la industria nuclear tienen y han tenido a lo largo de los años una responsabilidad única. Deben llevar a cabo su trabajo con los más altos estándares de seguridad y rendimiento, mientras anticipan, previenen y, si es necesario, responden a eventos de baja probabilidad y de serias consecuencias.