Está utilizando una versión de Internet Explorer no soportada. Por favor, actualícela

Mejora de la seguridad industrial en Krsko


La central de Krško, localizada en Eslovenia y operada por NEK, comenzó sus operaciones en 1983. Recientemente, hemos logrado las condiciones necesarias para extender la vida de la central y seguir operando hasta 2043.

Nuestra ambición consiste en ser líder mundial en materia de seguridad nuclear y excelencia. Nos comprometemos a investigar formas de mejorar continuamente nuestra central.

En este sentido, nos dimos cuenta en 2019 de que teníamos que efectuar mejoras en materia de seguridad nuclear, después de que WANO llevara a cabo un peer review y nos facilitara información sobre un área de mejora relacionada con la seguridad nuclear.

El peer review recomendó que tomáramos medidas preventivas para garantizar que los trabajadores no corrieran riesgos relacionados con la seguridad industrial durante su trabajo. En particular debíamos emprender acciones para mejorar los comportamientos en toda la central y, naturalmente, una parte importante de este esfuerzo era el análisis de lo que se tenía que hacer.

Se identificaron varias causas y factores contribuyentes, pero vimos que la mayoría de los casos se debían al comportamiento humano y a una indisposición a trabajar con arreglo a los estándares  de seguridad más exigentes, especialmente entre los contratistas. En algunos casos eran poco conscientes de la importancia de la seguridad industrial, no tenían claras las reglas de trabajo seguro, los directivos no comunicaban la normativa de seguridad al personal de forma coherente y no siempre analizábamos de forma efectiva los sucesos para evitar su repetición.

Definimos cuatro áreas en las que centrar nuestra atención:
  • Trabajo en alturas
  • Izado y aparejos
  • Actividades en espacios a gran altura
  • Trabajos en sistemas energizados
Como parte de la solución, pedimos a WANO que nos ayudara creando una misión de apoyo a miembros. Dado nuestro deseo de mejorar, queríamos cosechar lecciones aprendidas y las experiencias de una central perteneciente a nuestro centro regional que había experimentado problemas similares y aplicado medidas efectivas para mejorar. Llevamos a nuestro equipo directivo a la central en cuestión para que aprendieran de su personal y descubrieran cómo habían logrado mejorar en ese área. Fue una visita extremadamente beneficiosa.

Descubrimos que la central anfitriona había puesto en práctica un amplio y efectivo plan de comunicaciones con el fin de cambiar la cultura y que contaba con una estrategia y una visión claras para la mejora a largo plazo.

Al aprender de ellos, de WANO y de otros del sector, pudimos definir un plan de mejora e implementar las acciones necesarias.

La primera de estas era la comunicación y el refuerzo de la seguridad industrial a todos los niveles y en todas las áreas de la central. Llevamos a cabo una campaña de comunicación que se centraba en las cuatro citadas áreas clave. Se aplicó una amplia gama de medidas tácticas: se colocaron carteles por toda la central, cada semana se lanzaron mensajes de seguridad, que se publicaron en los canales de comunicación internos y trataron en reuniones. Se abordaron diferentes áreas de la seguridad industrial y, una vez incorporados los resultados, estas se ampliaron para cubrir otros tópicos.

Descubrimos que era necesario mejorar los conocimientos de los trabajadores de la central en materia de seguridad, por lo que construimos un centro de formación cerca de la misma. Todos los que trabajan en la central, tanto el personal propio como los empleados de contratistas, tienen que asistir a cursos de formación en este centro para aprender a realizar sus tareas de la manera más segura posible.

También contratamos instructores adicionales, especialistas en la seguridad en el trabajo. Nos ayudaron en la prestación de apoyo a los trabajadores de la central y la realización de actividades durante las paradas de la misma.

Además, introdujimos una serie de políticas de aplicación a la alta dirección y niveles inferiores.

Implementamos una política de cero tolerancia de desviaciones de la normativa en áreas de alto riesgo y de interrupción del trabajo en tales casos. Esto significa que en caso de producirse una desviación, el trabajo se interrumpe de inmediato y los trabajadores implicados tienen que asistir a cursos de formación adicionales y someterse a evaluación antes de poder volver al trabajo.

Otra táctica consistió en introducir el uso de un reloj que marcaba los días transcurridos desde el último accidente publicado internamente, para que todo el mundo pudiera ver esta información. Esto aseguraba que el asunto siguiera siendo un foco de atención y que todos los empleados y contratistas se involucraran en lo que intentábamos lograr.

Además, el programa de líderes in situ de la central de Krsko establecía una serie de expectativas de una mayor atención a la seguridad industrial por parte de estos. Actualmente los directivos y otros líderes realizan más de 5000 observaciones en este campo cada año. También llevamos a cabo muchas observaciones e inspecciones en distintos focos de construcción del emplazamiento.

Introdujimos indicadores del desempeño adicionales para seguir y medir nuestro progreso, por ejemplo el número de situaciones casi de accidente en relación con la seguridad industrial, días de recuperación tras sucesos de seguridad, tasa de accidentes, etc.

También nos fijamos en los equipos de difícil acceso de la central, donde resulta difícil garantizar la seguridad si estos se tienen que manejar. Se verificaron más de 12.000 componentes, identificándose los más críticos y aportándose soluciones.

En el caso de los accidentes laborales (por ejemplo, caídas y tropiezos) fuera de las zonas de trabajo, evaluamos las áreas de la central que eran potencialmente peligrosas y definimos acciones para mitigar estos casos.

Antes de efectuarse las mejoras, la actitud general era quizá que, dado que no habíamos experimentado ningún accidente serio o mortal, no teníamos ningún problema. No obstante, sí existía la posibilidad de que se produjera algún desenlace fatal, por lo que emprendimos acciones para cambiar la mentalidad y cultura de la central. Más vale prevenir que curar. Se tardó bastante tiempo en poner en práctica este cambió y necesitó el apoyo de la alta dirección.

En los últimos cuatro años, la central de Krško ha reducido sustancialmente el número de sucesos relacionados con la seguridad industrial. No obstante, continuaremos apostando por la excelencia y la mejora continua para lograr resultados buenos y sostenibles.

Mi mensaje es el siguiente. No esperes a que se produzca un accidente, actúa antes de que se produzca.